8.2.3 Cláusulas Adjetivas

Otro tipo de entidad que se puede usar para modificar un sustantivo en un grupo nominal son las cláusulas adjetivas (o cláusulas de relativo). Aunque las cláusulas adjetivas sólo pueden aparecer después del nombre--y nunca antes--se dividen, como los adjetivos, en restrictivas o no restrictivas. También como en el caso de los adjetivos, las restrictivas sirven para limitar o restringir el significado del sustantivo y contrastarlo con otras entidades de la misma categoría. Las cláusulas no restrictivas sirven para enfatizar o destacar un elemento, pero no dan información fundamental para la identificación del nombre.

Examina el siguiente texto:

 

Las tapas son pequeñas porciones de comida que se sirven con bebidas en muchos bares en España alrededor de la hora de comer o de cenar. Tapas de ensaladilla, con tortilla, mejillones y huevos de codorniz en el plato de atrásEn algunas partes de España, como en Granada o Santiago de Compostela, las tapas que los camareros traen a la mesa al pedir una consumición son gratis. Ración de embutidos y quesosEn estos casos, cuando uno pide una copa de vino, un refresco o una cerveza, por ejemplo, el camarero trae una selección de platillos. Normalmente, las tapas que se sirven en los bares españoles son comidas típicas que se pueden preparar fácilmente en grandes cantidades: tortilla española, croquetas, ensaladilla rusa, empanada, etc. La tortilla, que es una de las tapas más populares, es un plato que se cocina con patatas y huevos. La ensaladilla, que se prepara con una mezcla de atún, patatas, verduras y mayonesa, también es muy común a la hora de servir tapas. Mi amigo Miguel, quien trabaja en un restaurante en Granada, cree que las tapas son demasiado pequeñas. Él siempre pide una ración, una porción más grande que no es gratis. Su favorita es la de queso y embutidos.

 

¿Qué cláusulas adjetivas puedes identificar? ¿Son restrictivas o no restrictivas?

 

 

 

Las tapas son pequeñas porciones de comida [que se sirven con bebidas en muchos bares en España alrededor de la hora de comer o de cenar]En algunas partes de España, como en Granada o Santiago de Compostela, las tapas [que los camareros traen a la mesa al pedir una consumición] son gratis. En estos casos, cuando uno pide una copa de vino, un refresco o una cerveza, por ejemplo, el camarero trae una selección de platillos. Normalmente, las tapas [que se sirven en los bares españoles] son comidas típicas [que se pueden preparar fácilmente en grandes cantidades: tortilla española, croquetas, ensaladilla rusa, empanada, etc.] La tortilla, [que es una de las tapas más populares], es un plato [que se cocina con patatas y huevos]. La ensaladilla, [que se prepara con una mezcla de atún, patatas, verduras y mayonesa], también es muy común a la hora de servir tapas. Mi amigo Miguel, [quien trabaja en un restaurante en Granada], cree que las tapas son demasiado pequeñas. Él siempre pide una ración, una porción más grande [que no es gratis]. Su favorita es la de queso y embutidos.

 

Como ves, tenemos muchas cláusulas adjetivas que modifican varios de los sustantivos en el párrafo anterior. Las cláusulas adjetivas cumplen la misma función que un  adjetivo: dan información que describe al sustantivo. En algunos casos, esa información es necesaria para identificar el sustantivo del que estamos hablando. Por ejemplo, en el texto anterior, cuando se dice "pequeñas porciones de comida que se sirven en los bares en España alrededor de la hora de comer o de cenar"  la cláusula adjetiva ayuda a precisar de qué tipo de pequeñas porciones de comida estamos hablando. Las tapas son las pequeñas porciones servidas en los bares españoles, y no las pequeñas porciones que uno puede tomar en un restaurante chino, por ejemplo. Asimismo, en "las tapas que los camareros traen a la mesa al pedir una consumición", la cláusula adjetiva aclara que se está hablando de las tapas que son traídas por los camareros después de pedir algo, y no tapas extra que uno pueda pedir. Lo mismo ocurre en el caso de "las tapas que se sirven en los bares españoles". En este caso, la cláusula adjetiva precisa que estamos hablando de las tapas servidas en bares españoles y no, por ejemplo, de las servidas en ciertos restaurantes en Estados Unidos. En todos estos casos las cláusulas adjetivas son restrictivas. Ayudan a identificar la entidad de la que estamos hablando, estableciendo un contraste entre esa entidad y otras posibles manifestaciones de la misma.

Por otro lado, hay cláusulas adjetivas no restrictivas. Estas cláusulas dan información extra que no es fundamental para identificar el nombre o sustantivo, ya que éste ya está identificado. En español--como en inglés--las cláusulas adjetivas no restrictivas siempre van entre dos pausas--entre dos comas o entre una coma y un punto. Se presentan como información parentética. Hay varios ejemplos en el texto anterior. Por ejemplo, en "Miguel, quien trabaja en un restaurante en Granada, cree que las tapas son demasiado pequeñas," la cláusula nos da información extra sobre Miguel, pero esa información no es fundamental para identificarlo. Su nombre ya lo identifica. Podríamos eliminar esa parte de la oración y el significado fundamental no cambiaría: "Miguel cree que las tapas son demasiado pequeñas".

A la hora de formular oraciones en la que se usa una cláusula adjetiva, hay dos elementos claves a tener en cuenta. El primero es si la cláusula da información fundamental para identificar al nombre--restrictiva-- o información extra no fundamental--no restrictiva. En el primer caso, usaremos la cláusula sin comas. En el segundo, la cláusula irá entre comas. El otro elemento a tener en cuenta es el pronombre de relativo a usar.

LOS PRONOMBRES DE RELATIVO

El pronombre de relativo es una partícula que va directamente después del nombre al que la cláusula adjetiva modifica--o después de otros adjetivos que modifican al mismo nombre. Hay varios pronombres de relativo en español. El uso de uno u otro va determinado por el contexto, pero el elemento común a todos ellos es que son pronombres. Es decir, sustituyen a un nombre--el nombre modificado--en la cláusula. 

Compara:

"Las tapas son pequeñas porciones de comida. Estas pequeñas porciones de comida se sirven con bebidas en muchos bares en España alrededor de la hora de comer o de cenar."

vs.

"Las tapas son pequeñas porciones de comida que se sirven con bebidas en muchos bares en España alrededor de la hora de comer o de cenar."

En el primer caso, tenemos dos oraciones simples, con un solo verbo conjugado en cada una de ellas. La palabra "pequeñas porciones de comida" se repite en ambas oraciones. Si queremos evitar esa repetición y presentar la información de forma más sucinta, podemos combinar ambas oraciones usando "que" para sustituir el segundo uso de "pequeñas porciones de comida". 

Viendo el párrafo del principio, seguramente puedes concluir que uno de los pronombres de relativo más comunes es "que". Aunque esto es cierto, no se puede usar "que" en todos los contextos y hay otros pronombres de relativo que se encuentran con frecuencia.  

Fíjate en el siguiente texto y presta atención a los diferentes pronombres de relativo presentes en las cláusulas adjetivas.

La danza de las tijeras es un baile [que se practica en varias regiones del Perú]. La danza recibe el nombre debido al instrumento fundamental: dos grandes placas de metal [que se juntan y que parecen formar unas tijeras]. El baile, [cuyo origen parece remontarse a la colonia], es muy colorido y espectacular. Una de las manifestaciones más espectaculares del baile es la modalidad de competición, [en la que dos bailarines danzan por turnos para ver quién ejecuta los movimientos más intrincados]. El baile, [para el cual se necesitan gran energía y coordinación], se puede ver hoy en día en exhibiciones especiales fuera del Perú. Cuando se presenta fuera de su país de origen, los espectadores, [quienes con frecuencia jamás han visto un ejemplo del baile con anterioridad], se sorprenden de la complejidad y belleza de los movimientos.

 

Como ves, son varios los tipos de pronombres de relativo que pueden aparecer en una cláusula adjetiva. A la hora de decidir cuál de ellos usar, la siguiente tabla puede servir de orientación:

Pronombres Usos
QUE Sustituyendo a personas o cosas, en cláusulas restrictivas o no restrictivas, pero no después de preposición (excepto con "en", "de" y "con")
QUIEN(ES) Solo con personas, en cláusulas no-restrictivas o después de preposición
EL/LA/LOS/LAS CUAL(ES) Con personas o cosas, en cláusulas no-restrictivas o después de preposición
EL/LA/LOS/LAS QUE Con personas o cosas, pero solo después de preposición
CUYO/A/OS/AS como posesivo ("whose")
LO QUE/LO CUAL Solo en cláusulas no restrictivas, cuando sustituye a una acción o evento

Además de los pronombres en la lista anterior, también debemos hacer mención de los pronombres que incluyen a su propio antecedente. Fíjate en los siguientes ejemplos:

Quien quiera aprender a bailar el baile de las tijeras, debe viajar a Perú.

Quienes quieran aprender a bailar el baile de las tijeras, deben viajar a Perú.

El/La que quiera aprender a bailar el baile de las tijeras, debe viajar a Perú.

Los/Las que quieran aprender a bailar el baile de las tijeras, deben viajar a Perú.

Como puedes ver, en las oraciones anteriores, los pronombres de relativo no aparecen después de un nombre al que modifican. En realidad, sin embargo, el nombre está ahí, pero implícito. Cuando decimos "Quien quiera aprender a bailar el baile de las tijeras", lo que estamos diciendo es "La persona que quiera aprender". Es decir, el antecedente del pronombre de relativo--"la persona"--está implícita en el pronombre mismo. Lo mismo ocurre con "quienes", y "el/la/los/las que".

Finalmente, otra de las partículas que puede contener a su propio antecedente es "lo que". 

Compra lo que quieras.

En este caso, "lo que" contiene también a su antecedente. Podemos reescribir la oración así: "Compra la cosa que quieras." En "lo que" se incluye el nombre y el pronombre de relativo. Ten cuidado y no confundas este "lo que" con el pronombre de relativo que sustituye acciones o eventos: "Juan compró pasteles con el dinero que le di, lo que me molestó mucho." En este caso, el antecedente de "lo que" está presente de forma explícita en la oración: "Juan compró  pasteles con el dinero que le di".


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